¿algo que objetar?

Eso me preguntó, me miró de frente con la libreta en la mano. A mi me temblaba la voz y sentía que no podia abrir la boca. Repitió otra vez la pregunta y mi respuesta fue la misma, un bloqueo total. Cerró su agenda y se alejó de aquella horrible lámpara de interrogatorio con unos pasos pesados y secos. Se me acercó hasta que me obligó a poner los ojos vizcos y formuló otra vez "¿algo que objetar?" con un tono grave y embotado. Aprete la mandíbula, estaba dispuesto a decírselo, mi corazón se percató de lo que iba a hacer y empezó a latir tan fuerte que movia levemente mi camiseta y martilleaba mis oidos.

"Déjeme decirle, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esa cualidad"

sábado, 29 de octubre de 2011

Lo que no queda

Y lo que no queda,
Que es el intangible poso:
Las palabras que dijimos,
Sólo aquellas con trasfondo;
Los silbidos al aire
estancan al momento;
Un chispazo de desalojo
Para mudar en los cuerpos.
Un cándido recuerdo
Que nos invade al sueño;
La afilada arma esperanza,
mano en el hombro, el
“tranquilo, no pasa nada”;
tirar los muros de las entrañas,
Caladas de soledades al alza.
Nosotros dos, y dos no más
Rellenaremos esta brecha,
Para hacerla arada,
Y dejar eso,
solo cuerpos,

y todo lo que no queda.

envejecemos

Envejecemos los dos,
Envejecemos por instantes;
Cuando mi mano sea seca
Cubierta de piel arrogante
Por estrías surcadas antes…
Sólo queda, si queda
Dos, y dos no más,
Dos semblantes
Despojados, los dos
De cielo e infierno,
De dudas insaciables,
De éste jardín y cárcel:
Que son barrotes de hueso
Y florida y rupestre carne.

jueves, 27 de octubre de 2011

si sí

Si ahora velo por la vela,




Sin premeditar en mi condena...




¿La noche fría será mi cena?







Si resido en la risa




de la oración sin mecenas,




¿me aguardan cadenas?







Si del verbo soy vástago




Y me azuzan las eras,




¿sera mi viga impávida




o erosión viento y arenas?







Si sí es no, y no es sí,




¿Quién juzgará a vida eterna?




¿Quién muda su certeza?




"Quién", no responderá el fin.







Si me dices sí, un “sí”




Que contemple mi pena,




Un “sí” amortiguado por venas,




Un “sí” de barro casi…




El cuerpo develará de sus telas

sábado, 22 de octubre de 2011

puedes modelarme

No sé amar, no te sorpendas:
del fallo, del bache de mi miedo
no paso, no puedo yo sólo.
Son piedras cristalinas los segundos
de ilusión en que creo que tú
y yo habitaremos nuestro consuelo.
Pero no sé amar, no te sorprendas:
temo embarcarme sin marineros,
sin capitan sabio con sombrero,
al fin y al cabo, tu mano y la mia
haciendo por la vida de señuelo.
Pero no se amar, no tengas celos,
que te doy un rubí en bruto
para pulirlo a tu deseo,
mas la forma está en su seno,
no lo fuerces sin tus dedos:
no uses herramientas ajenas
que nocomformen nuestros cuerpos.

jueves, 20 de octubre de 2011

no pidas más

De lo poco que soy
llanto de espanto y amor,
que tornan sin mi permiso,
adondequieran de mi salón,
no sé dónde se dan la mano,
donde se tocan el hombro
desdoblan sus asuntos,
y el llanto se armoniza.

lunes, 17 de octubre de 2011

Amor tranquimacino

No me digas que
darías tu vida por mí.
No,
no digas absurdeces
que valor entonces
tendría la vid,
o el vuelo del colibrí,
qué valor le das al todo,
porque del todo crecí.
No
¡no me insultes cobarde!
que sólo me quieres si
te espanto los monstruos
de esta vida y a mí,
a mí me dejas aquí.
Este amor sombrío
opio del devenir
de la vida en gris...
¡no lo quiero
que no!
el sendero es senda al fin.

sábado, 15 de octubre de 2011

Sernas a la sombra

La base cementada de mis pies
a la cual me encarcela,
ya no en mi cuerpo, ya no en seso:
aguardo la quietud del peso
del sentido de sentir la candela.
Luces de sombras y pesadumbres
que me dirigen a mi serna
de la sombra que habito
de las incertidumbres de la espera.

jueves, 13 de octubre de 2011

Casquería

Qué será de ella si queda en el pasillo

Clausurada sus ventanas y testigos,

Encerrada por su temor de zarcillo.



Esta vida se nos achica,

se nos encoje amor mío,

perdí tu nombre en una acera

lo dejé junto al vómito

que dan las borracheras

de esas que dejan afónico

¡Para no dejarte palabras,

Ni una, ni un chico chisteo

Y menos aun un susurro sincero!

La noche me mate, ¡carnicero!

De las vísceras del alma,

Póngame un quilo y medio

¡Dame sonrisas falsas

Dame clamores inciertos,

Dame miradas vanas!

Dame sacos de rarezas,

De besos sin nervios

Ni sentimientos de grandeza,

Dame jodida carne

Dame lo que se lleva.

(de tú a tú)

Venga carnicero,

el cuchillo jamonero

corta las caricias del

azul del cielo.

la madurez

Se ennegrece mi visión,
pupila arrogante y sola.
Esta herida que supura
pus de soledad,
a veces amapolas.
No, no se rielar sonrisas,
y me pierdo por membrillo:
me pesan las horas,
y la rama troncha
por o con mi peso.

Miro al suelo con hojas

Si ese es mi futuro:

Ser pasto de hormigas rojas,

Marrones ,pequeñas

Y algunas otras…

Cuando toque mi carne ,

Carne tierna de mis cosas

Dejad el pipo que es mi alma

En el alma de quien lo acoja

Y de sombra y fuerza,

Dé entereza a flaquezas.

Así que al suelo déjalo ahí,

Deja el suelo y sus hojas,

Sus bichos, sus hongos

Sus ratas y mariposas,

Que a veces ellas

También se posan.

sábado, 8 de octubre de 2011

corrientes

No quiero ser la zarza

Que arañe los tobillos

De los amantes, no.

No seré el agua turbia,

Seré agua de deshielo

Que de vida y fluya

Del monte al mar:

Besando las orillas

Que recorra libre.

Que beban de mí

Sedientos animales,

se bañen jugando niños

de marginadas chabolas.

Y sea sucia mi agua

Por haber sido río.

única audición

Me canta una plateada alborada,

Y yo, ciego de rayos y mar

De estrellas tendidas al pie

Que son tus ojos mujer.

No somos dos ni uno,

Ahora somos lo que se es,

Como los cuerpos desnudos

Que aceptan su vejez,

Que aman sus cicatrices:

Arrugas de la piel.

¿Qué me cantas al amanecer?

Arropados de brillos lilas y rosas

Tiñes las nubes azarosas,

Deshilachas de los vientos:

Ennegrecidas por su sensatez.

¡Cántame, que lluevan tristezas

Amores, pasiones y otras lindezas!

En un escalofrío, mi ánima sed.

,

No, no fue palabra alguna

Ni un algoritmo, ni un cura,

No fue el lecho de castillo

De lógica andamiada

Que me sigue como hatillo.

No fue un sacro evangelio

Con mis disculpas a los discípulos,

No fue lo que se piensa

Ni se escribe por encomienda.

Fue mi suspiro en plena noche

Que me despertó del parnaso

Y me dijo: tú, tú sigues vivo.