Ya me hago daño, me quemo con el fogón,
Tanto cocinar, tanta ilusión, y luego, luego…
Luego se come y se pierde, así es esto de dos.
"Déjeme decirle, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esa cualidad"
Ya me hago daño, me quemo con el fogón,
Tanto cocinar, tanta ilusión, y luego, luego…
Luego se come y se pierde, así es esto de dos.
Rascar una y otra vez la misma superficie,
Pedirle que salga a la primera es hipócrita.
Darle mientras el hierro esta candente
Es del que se quemó con la fragua y sabe
Que el dolor es compensado si es de uno,
Si es de valientes, voy a hablar en plata,
Es de valientes amar de verdad, eso es lento,
Quien da un hola envuelto en papel de regalo,
Eso es de valientes, quien rodea de silencio
Todas sus palabras para que un te quiero
Suene indiscutible, con un siempre sincero.
Es de cobardes dar besos a desconocidos,
Es no hacer nada aunque se haga mucho,
Es tirar una colilla al suelo, cuestión del barrendero.
Es de héroes amar a quien no te pueda amar,
Pero de santos el que descubre que no era amor.
,Es en definitiva seguir rascando la cascara
Con las que nos mentimos tanto,
Es ver que uno comporta dolor y desesperanza
Para quemarlo para dar lumbre y calor.
Vuelvo a escribir ya cansado de azulejos,
Los mudos oyentes de mis miradas.
El peso de las noches son livianos,
Pero otras contemplo cada respiración.
Vendí mi mundo a la quietud
y lloré en una instancia muy lejana.
El ascua que no dejé al viento
La guardo por si recobro la razón.
Y sí, me desangre y quedé seco:
Un niño envejecido sin ataúd.
Esto, esto no es un verso,
No busco lo que otros al laúd,
No quiero ser ni Bécquer ni Espronceda,
Ni leeré más poemas de cromañón.
En esta estrofa no caben críticos
No busco armonía si no soy yo.
Ama es un imperativo, una forma, una alusión,
Tan lejos, yo maldigo, como dijo Hernández,
Agua en la distancia, sí, pero sed alrededor.
Te lo digo con voz sensata,
Con voz sincera y quebrada:
Esto, dura un momento,
Dura lo que dura los rezos,
La vida se ama o solo restan sesos.
Te lo digo aquí, con mi ordenador
Con teclas gastadas a mi deseo,
Por charlas aletargadas de Perseo,
Con toda mi praxis en exceso,
Palabra sacada de su contexto,
Para macerarla y sea libre de su peso.
Yo ya te digo, no hay tiempo .
Todo vuelve para irse, dejando sucesos,
Amamantando nuestra vida de su pecho.
Ya te digo, no estarás conforme,
Mientras esta orilla sube a los pies
Esperas que te empape entero,
Y sí, la luz más clara y viento sincero,
Y qué. Qué el sol riela en los pelos,
Y qué, y qué si huele a polen fresco,
A tierra de la que soy parte
De cielo al que nunca llego,
Y qué de los microscopios
De los átomos y lobos,
Y qué, y qué políticos de oro,
Y qué de la luz en el polvo.
No vengas como dios
Porque entre tú y yo
No hay nada, nada,
Y en este verso, todo.
Aquí, en estas líneas,
Herencia mayor que el oro,
Mi voz se acompasa en do menor,
Y me sale una lágrima de orgullo
Y un tembleque de ganas.
Aquí, la palabra es libre,
Es pesebre de nuestro rezo,
De mi, nada sale que no sea de mi,
Aquí no hay segundas intenciones
Ni miradas ocultas ni cavilaciones,
No hay dinero que lo corrompa
Ni grandes multinacionales
Ni muerte en nuestra ropa,
En medio de mí y de ti
el pronombre hecho carne,
De lo que se funde lento a forja.
Arte sea la palabra y no su fosa,
Arte de vida nueva y desarme,
Arte libre, Lucho por amarte,
Amor libre, lucho con mi arte.