El secreto de lo demás
Tiembla la baldosa
donde reposa mi pie,
el otro, en el aire
a tientas de su fe...
las plantas verdosas
desde su sensatez
me recuerdan que
otras razones hacen crecer
aparte de sol y agua,
aparte de tierra y res,
planta sabia y reluctante
creces...¿pero por qué?
innegable es vuestra oda
vuestro rezo: el mecer
de hojas por el viento
de pétalos floridos,
no tendréis vejez.
Brisas de lo íntimo
Sólo el susurro
del rasgar el silencio
me basta,
para mudar el entonar
del diapasón de mi alma,
eclosiona en calma
y atisba un abismo
tan sosegado y en llamas,
llamas que no queman,
ellas eximen la nada
y levantan aire caliente,
lo hace envejecer,
acariciándose a si mismo
y besando su fluidez:
no muere si se escapa
de la sepulcrante esbeltez
del reglaje y las normas
que nunca saciaron su sed,
de subir al cielo,de bajar a la tierra
de ser viento,de ser ser
La involución
Abate los rieles,
doblega la costura,
despoja al capricho
de la colmada locura
¡Sueña,sueña con furia!
levanta miradas sucias,
pues el limpio impía
la mayor de las mentiras,
bocifera con calma
el pasar de tus días
Así que sueña¡sueña!
¡qué el odio labre fantasías!
Clamor mudo 1
¡Que descosido esta mi ser!
Desgastado como un canto
Del río de la vida, va, rodando,
Magullada por los golpes
De falsas presas
Donde quebró mi fe…
Perdido por seguir la corriente,
Pero esta piedra roída,
Vuelve a esa orilla
Tan lejana…¡y tan mía!
La corriente es fuerte,
No lo dudo, pero hay piedras…
Que se niegan a ser gravilla,
A disiparse en el agua,
A no buscar su identidad,
A morir por vivir, piedra amiga,
Clamor mudo 2
Yo lucho con miradas,
Con palabras me salvo los días,
Los sueños sustentan mi alma,
Y el dolor existencial…ahí mi valía,
Los poetas me alimentan,
Más aun los poetas de mi vida,
No son decorosos ni elocuentes,
No son deidades permanentes…
Son, son piedras erguidas,
son al fin y al cabo, gente.
La obvia herida
Murió,
La espiga aferrada a su tallo
O la lluvia rabiosa sobre la roca
Como el suspiro de un loco.
Voló,
La más intima inspiración,
El resonar de panderetas y cascabeles,
La sonrisa mellada de amor
Cayó
La luz que acompaña al temeroso
la idea de una invulnerable creencia férrea
brújula para buscar su dirección
Ardió
Como un recuerdo vago,
sus cenizas están lejos de la vista
Donde hiere y ciega el Sol
Imploración
Ahora dime alma mía
De qué temes
Si de melancolía
De las vergüenzas del que hierra
O la trascendencia de tu ente.
Ahora dime alma mía
Si me perteneces a mí
O a las deidades que no se pronuncian
¡Dime alma mía que me mientes!
Y te olvidaré y me haré residente
De un cuerpo vació,
De un cuerpo y su mente.
Dime alma mía,
Incluso con simbología astral
Que soy algo más
Que vísceras y vientre
Un globo en el techo
Acurrucado en los recuerdos
De otros recuerdos vacíos
El alma no alumbra a la calma:
Ni destellos ni suspiros
El alma se pierde a sí misma
Se ensimisma como libro leído
Se reguarda de sus dudas
De sus pensamientos afligidos
Y calla, calla amarguras
La marea subirá de todas formas
Tanto cavé de niño
Pozo de sueños
Palas de ilusiones
Piedras de ambiciones
Profundo como el alma
Tanto cabe de joven
para mis intenciones
Búsqueda del inseguro
que construí asilo
refugio de cobardes
Disyuntiva de alusiones
Metas de otros menores
que ahora soy consciente
del que cava en su mente
debe tener galones
para rellenarlo con su ser
para hacer vida de amores
de entender la vida
como a amada en la lejanía
y luchar por comprender
de su corpórea premisa
tan bella y tan escurridiza
¡tan fugaz pero tan segura!
Pero a mis dudas es muda
vida, calla ahora, vida.
Embotado
Lejano miro ahora el polvo
Aquel que transita el aire
Con trayectoria inmutable,
Parece que ya soy otro
O que no soy nadie,
¿Pero quién es alguien?
Tan sólo llega al rostro
Lágrima sin respuesta:
Seca, era tan seca
Que al polvo mimetizó,
Y circula ajena
Tanto a mis raras penas
Como a mi humano dolor